Monday, February 16, 2009
¿Una nueva ola de consolidación en 2009?
Cada vez tenemos más indicios que nos llevan a creer que 2009 puede acabar siendo un año fructífero en procesos de compraventa en el sector. El reciente acuerdo de Pfizer y Wyeth, que podría llegar a ser el tercero más importante de la industria, y la nueva oferta de Roche para hacerse con la totalidad de Genentech, parecen haber alimentado las especulaciones que aseguran que nos encontramos en el inicio de una nueva ola de consolidación en el sector. En fechas recientes ha aumentado sobremanera el volumen de información que nos indica que nuevas operaciones se estarían fraguando.
Según informó hace unos días el Financial Times, Sanofi-Aventis estaría en la actualidad en conversaciones con algún banco de inversión con el fin de obtener 25.000 millones de dólares en efectivo con los que financiar operaciones de compra. La pérdida de patentes obliga a la cuarta compañía del escalafón mundial a realizar alguna adquisición en 2009 si no desea perder posiciones. La compañía ha reportado durante cuatro trimestres seguidos una disminución de sus ventas.
En diversas ocasiones se ha señalado a Bristol-Myers Squibb (BMS), con quien comercializa Plavix, como posible presa del grupo francés. Precisamente, hace algunas jornadas las acciones de BMS se han revalorizado como consecuencia de volver a circular con fuerza esta idea. No en vano, BMS cuenta en estos momentos con 10.000 millones de dólares en efectivo y un pipeline digno de consideración.
No obstante algunos analistas juzgan más probable la adquisición de una compañía de tamaño mediano, que una megafusión. Unas declaraciones recientes de Chris Viehbacher, su consejero delegado, parecen apoyar esta línea. Viebacher, quien lleva poco tiempo en el cargo y parece tener ganas de empezar pronto a dejar su huella, ha dejado abiertas la posibilidades de acuerdo en todas las áreas de negocio: biotecnología, genéricos, OTC, vacunas,…
En biotecnología se han citado a veces Amgen y Biogen Idec como posibles objetivos de la francesa. En genéricos se menciona últimamente Actavis y Ratiopharm, ambas en proceso de venta en la actualidad, a las que hace recientemente se ha sumado la india Piramal. En vacunas se nombra estos días a la belga Crucell, que posee una más que interesante cartera de productos, lo que la hace además estar en el punto de mira de Merck & Co, Novartis y GlaxoSmithKline (GSK). Andrew Witty, consejero delegado de esta última, apoya también adquisiciones más pequeñas y enfocadas a determinados nichos de mercado.
En cambio, el de Merck & Co es de los que ha dejado bien clara su posición al afirmar que no cree que “ningún consejero delegado puede en el entorno actual descartar ninguna transacción” y que él está contemplando “todo el espectro” posible de acuerdos. Sin duda, la pérdida de patente de Fosamax y el próximo vencimiento de Singulair, así como los reveses sufridos con Taranabant y Cordaptive constituyen serios argumentos para apoyar este punto de vista.
Daniel Vasella, consejero delegado de Novartis, no ve necesaria la megafusión y llega incluso a preguntarse sobre la relevancia del acuerdo Pfizer-Wyeth. Por su parte los máximos ejecutivos de compañías como AstraZéneca o Eli Lilly también se muestran menos interesados en grandes operaciones, por encontrarse actualmente ellas mismas en proceso de integrar adquisiciones recientes (MedImmune, ImClone).
Así pues, mientras algunos consejeros delegados barajan todas las posibilidades, otros restringen su interés a operaciones de menor dimensión. ¿Quién tiene el enfoque más acertado? Pues probablemente todos ellos, ya que como afirmaba Ortega y Gasset, ‘yo soy yo y mi circunstancias’, es decir, que todo ‘depende del cristal con que se mira’, de la situación en la que se encuentra cada compañía. En cualquier caso, en lo que todos parecen coincidir es en la necesidad de comprar. Y pronto.
Foto de Stinkie Pinkie vía Flickr
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Monday, February 9, 2009
La opa hostil de Roche a Genentech
Diversas voces auguran que el reciente acuerdo de Pfizer y Wyeth traerá una nueva ola de fusiones y absorciones en el sector, en un momento en el que las compañías tratan afanosamente de ahorrar costes. No obstante, Roche, que tiene uno de los pipelines más atractivos de la industria, acaba de cerrar la puerta a posibles candidatos dispuestos a hacerse con una parte significativa de su capital.
Los herederos de la familia Roche, quienes ostentan algo más del 50 por ciento de las acciones, han decidido prolongar el acuerdo que suscribieron para mantener unidas sus acciones. El primero de la lista de pretendientes es Novartis, quien ya posee un 33 por ciento del capital. Por el momento Daniel Vasella, su consejero delegado, deberá seguir esperando pacientemente una oportunidad que le permita hacerse con el control.
Por su parte Roche continua con su ofensiva iniciada el pasado mes de julio para adquirir el 44 por ciento del capital de Genentech que aún no posee. Genentech cotiza actualmente por debajo de los 83 dólares por acción, lejos de los 89 de la primera oferta. Ahora Roche ha convertido su oferta en hostil y ofrece 86,50 dólares por acción. Y aunque su cúpula directiva se muestra convencida de que los accionistas de Genentech cederán, las probabilidades de que así sea parecen remotas, pues según FactSet MergerMetrics, de las 66 opas hostiles analizadas desde 2004, sólo dos disminuyeron su oferta y ninguna de ellas llegó a culminarse.
Genentech ha desarrollado los tres productos más vendidos de Roche: Avastin, Herceptin y Rituxan. Dentro de algunas semanas, probablemente a mediados de abril, se conocerán los resultados de una investigación que trata de evaluar el uso de Avastin, el buque insignia de Genentech, como terapia adyuvante en el cáncer de colon. Si los resultados que se obtienen son buenos, Roche corre el riesgo de tener que pagar una cantidad mucho más elevada.
En este caso parece que Roche no desea aventurarse y por ello ha decidido hacer pública ahora su oferta, pues un incremento del valor de Genentech podría hacer inalcanzable la financiación y dar al traste con la operación. Es de prever que de alcanzarse un acuerdo antes de la revelación de los datos del estudio de Avastin, éste incluiría una cláusula que penalizaría fuertemente su eventual rotura, evitando así su renegociación.
Roche acaba de presentar hace tan sólo unos días los resultados del ejercicio 2008, que muestran un significativo retroceso de su beneficio, motivado de una parte por una menor facturación de Tamiflu, al disponer la mayoría de gobiernos de suficientes existencias para hacer frente a una posible pandemia, y de otra por la desfavorable evolución del tipo de cambio del dólar frente a la moneda suiza. Los resultados de 2008 y las previsiones para el 2009 pueden estar condicionando la obtención de crédito suficiente con el que financiar la adquisición de Genentech y explicar así en parte el retroceso en la oferta.
Un comité especial del consejo de Genentech se ocupa de analizar la oferta y está previsto que esta semana comunique sus conclusiones. Entre tanto ha pedido a los accionistas que aguarden antes de tomar alguna decisión, lo que puede interpretarse como una señal de que la nueva oferta será rechazada. Sabiendo que Roche no da con facilidad su brazo a torcer, ¿cuál será su próximo movimiento?
Monday, February 2, 2009
La tercera megafusión de Pfizer
Aunque todavía quedan casi once meses por delante, creo no equivocarme al afirmar que va a ser la noticia del año de nuestro sector. Y aún así, no me parece que vaya a ser la más sorprendente de todas, pues desde hace bastantes meses se venía esperando un movimiento así de Pfizer. Precisamente hace dos semanas, volvíamos a poner de manifiesto una vez más el principal reto del gigante norteamericano: encontrar una solución a esa ‘bomba de relojería’ llamada Lipitor. Reconozco que entonces me excedí de prudente y erré el pronóstico: Pfizer no ha tardado meses, sino tan sólo unos pocos días en ejecutar la esperada operación.
Los últimos tiempos cada vez que se hablaba de operaciones de compra en el sector, inmediatamente surgía el nombre de Pfizer. Se la ha relacionado con numerosas y variadas compañías. Por ejemplo con grandes farmacéuticas, como Bristol-Myers Squibb; con empresas de genéricos, como Ranbaxy; con biotecnológicas, como ImClone o Amgen; con compañías de menor dimensión y enfocadas a nichos de mercado específicos, como Shire. Incluso se había llegado a especular hace más de dos años con la compra de Wyeth. Han sido tantos los rumores que al final alguno de ellos debía resultar cierto.
Recientemente había indicios de que algo importante se estaba cocinando. Por ejemplo, el pasado diciembre tuvimos una fuerte evidencia cuando a través de Forbes supimos (esta sí fue una noticia sorprendente) que por primera vez en 42 años Pfizer no incrementaba el dividendo que paga trimestralmente a sus accionistas (ver Forbes). Una señal que algunos analistas (como el reputado Michael Krensavage) interpretaron correctamente en el sentido de que estaba acumulando un ‘war chest’ para una operación próxima a su culminación.
Dos megafarmacéuticas se fusionan, o una absorbe a la otra. ¿Y qué? Lo hemos visto en otras ocasiones, teniendo incluso a Pfizer como protagonista, por lo que ya ha dejado de ser una novedad. Pero en este caso hay un detalle que llama nuestra atención y se trata del sitio web (premierbiopharma.com) que ambas compañías han puesto en marcha al mismo tiempo. Tras aceptar una advertencia legal (‘disclaimer’), se puede acceder a información dirigida a los diferentes públicos de interés. Este aspecto formal sí que lo podemos calificar como novedoso.
Pero dejando al margen las formalidades y volviendo a lo verdaderamente sustancial de la noticia, lo que ahora cabe preguntarse es si esta operación acaba por resolver el principal problema de Pfizer y si, por tanto, crea valor para el accionista. Hemos sido testigos de cómo las anteriores dos megafusiones lo acabaron destruyendo. ¿Por qué debemos suponer entonces que en esta ocasión será diferente? Desde la absorción de Pharmacia-Upjohn han pasado poco más de cinco años…para seguir más o menos en el mismo sitio. Y eso es lo que probablemente sucederá si no aparecen nuevos productos innovadores. Porque ese es el verdadero quid de la cuestión.
En estos últimos años Pfizer ha visto frustrados todos sus intentos de incorporar a su catálogo los nuevos blockbusters que necesitaba para asegurar su futuro, por lo que se ve de nuevo abocada a recurrir a la megafusión. La compañía resultante reducirá puestos de trabajo (un 15 por ciento según han informado), cerrará plantas y tratará de aprovechar todas las sinergias potenciales existentes. La cúpula directiva habrá ganado un poco más de tiempo. Y cuando este ya se esté agotando de nuevo, ¿a repetir la operación? ¿Es este realmente un modelo de negocio sostenible? ¿Hasta cuándo?
Nota: Mi agradecimiento a Business Wire por la histórica foto.
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