The Spanish government approved last Friday a Royal decree-law set out to curb pharmaceutical spending by 1.500 million euro per year, which represents about 10 per cent of the total pharmaceutical market.
As a consequence of its application, the new measures that will be put in place will endanger the viability of many pharmacies across Spain due to the strong impact that will have on their profitability. This undoubtedly will bring an important loss of jobs in a traditionally stable sector.
The new bill modifies the method to calculate the reference prices. For each homogeneous set of drugs the price will be that of the cheapest drug instead of the average of the three cheapest as far. Moreover the prices of generic drugs will be reduced by 25 per cent on average. The government introduced the generic reference pricing system in Spain more than a decade ago as a cost containment tool.
On the other hand rebates applied by pharmaceutical companies to pharmacies will be capped to 10 per cent for generic drugs and 5 per cent for branded products.
As generics sector is suffering the most cuts their representatives has expressed special concerns over its future which could bring the closing of companies and a deeper consolidation of the sector.
Monday, March 29, 2010
Sunday, March 28, 2010
Las redes sociales devuelven el protagonismo al paciente
Líderes europeos con experiencia en el uso de redes sociales en la sanidad definirán el marco para el uso de Redes Sociales con el fin de volver a situar al paciente en el centro de sistema sanitario europeo durante la ‘desconferencia’ inaugural del Grupo Europeo sobre Redes Sociales en la Sanidad o Healthcare Social Media Europe (#hcsmeu) que tendrá lugar el próximo 31 de marzo en Berlín.
#hcsmeu: una red de expertos, un canal en twitter, una comunidad
Esta comunidad de Twitter nació en agosto de 2009 gracias a la iniciativa de Silja Chouquet y Andrew Spong, dos innovadores de las redes sociales, y está formada en la actualidad por más de 140 expertos de la sanidad digital cuyo propósito es impulsar la adopción de las redes sociales en el ámbito del sector sanitario europeo, con el fin de mejorar la calidad, el acceso, el valor y la efectividad de la provisión de servicios sanitarios a pacientes. La comunidad, que cuenta entre sus miembros con e-pacientes, profesionales sanitarios, representantes de compañías farmacéuticas, agencias de comunicación médica y proveedores de servicios sanitarios, celebra todos los viernes a mediodía GMT (1 p.m. CET) a través de la plataforma Twitter un encuentro online con el fin de compartir conocimientos y debatir ideas acerca de cómo impulsar la agenda del paciente. Tras ocho meses y 30 debates online, el grupo ha reconocido el valor de organizar un encuentro en el mundo real como el siguiente paso crítico para impulsar su agenda en relación a las redes sociales en la sanidad.
Para más información: #hcsmeu
Para más información: #hcsmeu
Thursday, March 18, 2010
Teva compra Ratiopharm
La israelí Teva ha sido finalmente la que se ha llevado el gato al agua, según han contado a Dow Jones Newswire varias personas relacionadas con este asunto.
Ratiopharm es propiedad de un conglomerado alemán, cuyo patriarca, Adolf Merckle, se suicidó en enero de 2009. El grupo tenía en aquel momento unas deudas que superaban los 5.000 millones de euros y los acreedores impusieron a la familia poner a la venta la empresa de genéricos, una de las ‘joyas de la corona'.
Aún no se ha dado a conocer el importe de la operación, pero se cree que pueda rondar los 5.000 millones de dólares. De confirmarse sería la operación más importante en el sector de genéricos acaecida después de la adquisición de Barr por Teva (que ascendió a unos 7.500 millones de dólares).
Además de Teva, en la pugna final competían la norteamericana Pfizer y la islandesa Actavis. Tal como señala el Wall Street Journal, Teva estaba especialmente interesada en adquirir Ratiopharm, pues aunque la israelí es la líder mundial del sector de genéricos, su posición en Europa era mucho más débil y era su objetivo corregir esta situación hasta el punto de multiplicar por tres su facturación en los próximos cinco años en esta región.
Monday, March 8, 2010
Las farmacéuticas se alían con la tecnología
El pasado mes de enero Novartis firmó con Proteus Biomedical un acuerdo para desarrollar formas orales sólidas inteligentes. Éstas permitirían monitorizar algunos parámetros vitales del paciente con el fin de hacer un seguimiento de su adherencia a los tratamientos. Aunque el acuerdo, valorado en 24 millones de dólares, puede parecer de menor importancia, si se compara con los 50.000 millones de dólares de la compra de Alcon, a largo plazo puede acabar teniendo una importancia estratégica superior.
La incursión de Novartis en este campo no es la única en el sector. También Bayer y Johnson & Johnson han empezado a experimentar con nuevas tecnologías. Bayer ha desarrollado un sistema para mejorar la monitorización de niños diabéticos mediante el que se conecta su glucómetro a la videoconsola. De este modo se puede hacer un seguimiento riguroso de los niveles de glucemia. Por su parte, Johnson & Johnson ha puesto en marcha una aplicación que posibilita descargar los datos de glucemia desde su dispositivo Lifescan al iPhone.
A las compañías farmacéuticas se les exige cada vez más por parte de gobiernos y aseguradoras demostrar que sus opciones terapéuticas ofrecen resultados clínicos mejores que las alternativas existentes. Han de probar que los resultados que se obtienen son similares aunque con un menor coste para el sistema sanitario o que el comportamiento del medicamento es superior para un coste de tratamiento equivalente. Sólo de este modo se puede justificar su adopción y privilegiar su uso frente a otras opciones.
Las empresas de electrónica empiezan a ofrecer soluciones que facilitan el seguimiento terapéutico. Por ejemplo, la compañía holandesa Philips ha presentado iPill, una cápsula inteligente que permite liberar el fármaco de forma controlada electrónicamente para hacerlo llegar con precisión al lugar del tubo digestivo donde se espera que actúe. El ingenio está diseñado para tomar datos fisiológicos del paciente y comunicarse de forma bidireccional con un dispositivo externo que envía los datos a través de internet. El médico puede de este modo vigilar el cumplimiento terapéutico del paciente y detectar con rapidez posibles reacciones adversas. Ello lo hace sumamente interesante para su uso en ensayos clínicos. Desde luego no faltan las voces críticas que ven en estos procedimientos una intrusión excesiva, casi orwelliana, en la privacidad de los pacientes.
Pfizer también ha anunciado recientemente un acuerdo con Keas, una compañía de tecnología interactiva con base en San Francisco, cuyo objetivo es introducir sistemas de prevención on line que faciliten a los pacientes el seguimiento de programas personalizados de salud que les puedan ser de utilidad por ejemplo para controlar su peso, dejar de fumar, monitorizar la diabetes o enfermedades cardiovasculares, tomar la medicación... Cada vez más los pacientes quieren tener un papel activo en el control de su salud. Los dispositivos móviles permiten un acceso permanente y ubicuo a la información, al tiempo que proliferan las aplicaciones para móviles que ayudan a gestionar aspectos relacionados con la salud.
No cabe duda de que el empleo de tecnologías puede contribuir a demostrar de forma más sencilla y menos costosa en términos de tiempo y recursos la superioridad clínica de determinados medicamentos, facilitándose así el acceso al mercado. Además, tal como pone de manifiesto un reciente informe de Ernst & Young, que bautiza este movimiento como 'pharma 3.0', las compañías relacionadas con las nuevas tecnologías o con las comunicaciones empiezan a ver en este terreno una oportunidad de gran potencial, por lo que cabe prever que se producirán nuevos acuerdos de colaboración en el futuro con compañías farmacéuticas, que incorporarán estas innovaciones a sus planes de desarrollo y comercialización.
La incursión de Novartis en este campo no es la única en el sector. También Bayer y Johnson & Johnson han empezado a experimentar con nuevas tecnologías. Bayer ha desarrollado un sistema para mejorar la monitorización de niños diabéticos mediante el que se conecta su glucómetro a la videoconsola. De este modo se puede hacer un seguimiento riguroso de los niveles de glucemia. Por su parte, Johnson & Johnson ha puesto en marcha una aplicación que posibilita descargar los datos de glucemia desde su dispositivo Lifescan al iPhone.
A las compañías farmacéuticas se les exige cada vez más por parte de gobiernos y aseguradoras demostrar que sus opciones terapéuticas ofrecen resultados clínicos mejores que las alternativas existentes. Han de probar que los resultados que se obtienen son similares aunque con un menor coste para el sistema sanitario o que el comportamiento del medicamento es superior para un coste de tratamiento equivalente. Sólo de este modo se puede justificar su adopción y privilegiar su uso frente a otras opciones.
Las empresas de electrónica empiezan a ofrecer soluciones que facilitan el seguimiento terapéutico. Por ejemplo, la compañía holandesa Philips ha presentado iPill, una cápsula inteligente que permite liberar el fármaco de forma controlada electrónicamente para hacerlo llegar con precisión al lugar del tubo digestivo donde se espera que actúe. El ingenio está diseñado para tomar datos fisiológicos del paciente y comunicarse de forma bidireccional con un dispositivo externo que envía los datos a través de internet. El médico puede de este modo vigilar el cumplimiento terapéutico del paciente y detectar con rapidez posibles reacciones adversas. Ello lo hace sumamente interesante para su uso en ensayos clínicos. Desde luego no faltan las voces críticas que ven en estos procedimientos una intrusión excesiva, casi orwelliana, en la privacidad de los pacientes.
Pfizer también ha anunciado recientemente un acuerdo con Keas, una compañía de tecnología interactiva con base en San Francisco, cuyo objetivo es introducir sistemas de prevención on line que faciliten a los pacientes el seguimiento de programas personalizados de salud que les puedan ser de utilidad por ejemplo para controlar su peso, dejar de fumar, monitorizar la diabetes o enfermedades cardiovasculares, tomar la medicación... Cada vez más los pacientes quieren tener un papel activo en el control de su salud. Los dispositivos móviles permiten un acceso permanente y ubicuo a la información, al tiempo que proliferan las aplicaciones para móviles que ayudan a gestionar aspectos relacionados con la salud.
No cabe duda de que el empleo de tecnologías puede contribuir a demostrar de forma más sencilla y menos costosa en términos de tiempo y recursos la superioridad clínica de determinados medicamentos, facilitándose así el acceso al mercado. Además, tal como pone de manifiesto un reciente informe de Ernst & Young, que bautiza este movimiento como 'pharma 3.0', las compañías relacionadas con las nuevas tecnologías o con las comunicaciones empiezan a ver en este terreno una oportunidad de gran potencial, por lo que cabe prever que se producirán nuevos acuerdos de colaboración en el futuro con compañías farmacéuticas, que incorporarán estas innovaciones a sus planes de desarrollo y comercialización.
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