El pasado 30 de noviembre venció en EE.UU. la patente de Lipitor (atorvastatina), el producto más importante de Pfizer en términos de facturación. Desde entonces en aquel país la compañía ha intentado de forma muy agresiva (con cupones, descuentos y contratos especiales con las PBM) frenar la caída de sus ingresos. Cinco meses más tarde, tras haber invertido más de 87 millones de dólares en promoción (según Cegedim Strategic Data), Pfizer ha decidido arrojar la toalla.
A partir del próximo 31 de mayo la norteamericana deberá hacer frente a la competencia de nuevas versiones genéricas a un precio todavía menor. En EE.UU. la ley Hatch-Waxman concede 180 días de exclusividad a los primeros genéricos en solicitar el registro. En el caso de Lipitor, los genéricos autorizados han sido dos, los fabricados por Watson y por Ranbaxy.
La estrategia 'Lipitor for You' no ha alcanzado el objetivo de mantener (seis meses después de expirar la patente) en un 40 por ciento la participación de mercado de Lipitor en la venta total de atorvastatina. Según ha informado el Wall Street Journal, cinco meses después de la pérdida de exclusividad una de cada tres atorvastatinas es Lipitor (un 33 por ciento de participación).
Pfizer ha dejado de promover Lipitor entre los médicos, así como ha suprimido la inversión en televisión, prensa y online. La compañía llegó a manejar para la promoción de su producto contra el colesterol un presupuesto anual de 279,1 millones de dólares.
El proceso de reestructuración de Pfizer sigue su curso y recientemente acordó vender a Nestlé su división de nutrición infantil (tal como comentábamos hace unas semanas). Asimismo planea vender también su negocio de salud animal.
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