Desde enero de 2009 Pfizer ha sido especialmente activa en cuanto a iniciativas que compensasen el descenso previsto de facturación como consecuencia de la pérdida de exclusividad de comercialización de algunos de sus productos más importantes. Ese mes anunció un plan para reducir los gastos en 3.000 millones de dólares. La compra de Wyeth (tercera megafusión de Pfizer), completada en octubre de aquel año, llevó a incrementar esa cifra hasta los 4.000 millones de dólares.
En febrero de 2011, durante la presentación de resultados la compañía anunció un plan de reestructuración de su I+D que incluía un recorte de la inversión por valor de 1.500 millones de dólares. El anunció del cierre del centro ubicado en Sandwich (Reino Unido) y el consiguiente despido de 2.400 investigadores y personal de soporte causó un notable revuelo.
Ian Read, quien hacía poco había reemplazado a Jeffrey Kindler en el puesto de consejero delegado, hizo público el abandono de los proyectos de las áreas de urología y medicina interna, mientras se mantenían cardiovascular y trastornos metabólicos, inflamación e inmunología, neurociencias y dolor, oncología y vacunas.
La compañía respondía así a una serie de reveses recientes: bosutinib no salió bien parado en un estudio comparativo con Gleevec; hubo dos estudios fallidos con Sutent (sunitinib); debió abandonar Thelin (sitaxentan) por problemas de toxicidad hepática; y tuvo que poner fin a un estudio de fase 3 (ADOPT) con apixaban. Asimismo, dos de sus principales productos, Lipitor y Viagra, se aproximaban al vencimiento de sus patentes. Se llegó a estimar que Pfizer perdería un tercio de sus ingresos como consecuencia de los vencimientos de patentes y la consiguiente entrada de genéricos.
El plan de reestructuración de Pfizer fue revisado en el mes de julio de 2011 con el fin de evaluar alternativas estratégicas para las divisiones de sanidad animal y nutrición infantil. La nortemericana se proponía así focalizarse en su core business biofarmacéutico.
La venta de la división de nutrición infantil se ha consumado recientemente en un acuerdo con la suiza Nestlé y en la última presentación de resultados Frank A. D'Amelio (Chief Financial Officer) ratificó el objetivo de deshacerse de la división de sanidad animal entre julio de 2012 y julio de 2013.
En lo sustancial el plan de reestructuración no se diferencia de los planes puestos en marcha por otras grandes farmacéuticas afectadas por importantes vencimientos de patentes: reducción de gastos, focalización en el core business, adquisiciones y acuerdos de menor dimensión con encaje estratégico y expansión en países emergentes.
En cuanto a la cartera de productos, ¿cuáles van a seguir siendo prioritarios y cuáles no? La decisión de abandonar la promoción de Lipitor nos lleva a pensar que Pfizer lo incluirá en su cartera de Productos Establecidos, aquellos que, como Lipitor o Zoloft (sertralina), han perdido la protección de la patente o la exclusividad de comercialización en algunos mercados clave. Según Tim Anderson, analista de Bernstein Research, otros cinco productos (además de Lipitor) se podrían sumar a este grupo: Aromasin (exemestano), Caduet (amlodipino/atorvastatina), Celebrex (celecoxib), Detrol (tolterodina) y Geodon/Zeldox (ziprasidona). Este analista llegó a sugerir en una nota la posibilidad de que Pfizer vendiera (spin off) esta división.
En lo que atañe a los productos que se mantendrán por ahora como prioritarios figuran probablemente: Lyrica, Prevnar-7v/-13v, Enbrel, Viagra, Zyvox, Sutent, BeneFIX, Chantix/Champix, Pristiq y productos en co-promoción como Aricept (donepezilo), Eliquis (apixaban; anticoagulante; en registro), crizotinib (cáncer; en registro), tofacitinib (psoriasis; en fase 3), y Prevnar-13v para adultos (prevención de neumonía).
El pipeline [pdf] contenía a finales de febrero un total de 90 productos (cinco menos que en la anterior revisión): 26 en fase 1, 35 en fase 2, 18 en fase 3 y 11 en registro.