El pasado mes de julio Roche proclamaba su determinación para mantenerse alejada de la oleada de grandes adquisiciones que tiene lugar en el sector, para centrarse en operaciones y acuerdos de menor dimensión. Así lo manifestó Severin Schwan, su consejero delegado, al periódico económico 'Finanz und Wirtschaft’. En la misma entrevista Schwan explicó que para que Roche se plantee una adquisición el producto o la tecnología en cuestión debe suponer una mejora del estándar actual o debe encajar en una de las dos áreas de negocio de la compañía: farmacéutica y diagnósticos.
El acuerdo de adquisición de la californiana InterMune por parte de Roche, por 8.300 millones de dólares anunciado el pasado domingo cumple con los criterios expresados por Schwan, quien no obstante se ha manifestado en alguna ocasión sorprendido por las altas valoraciones de las empresas biotecnológicas.
Mediante el acuerdo alcanzado con InterMune Roche incorpora a su cartera el producto Esbriet (pirfenidona), para el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad de causa desconocida que afecta entre 13 y 20 pacientes por cada 100.000 habitantes. En la actualidad no tiene cura y tras el diagnóstico los pacientes sobreviven habitualmente entre 3 y 5 años.
El producto, que ya está aprobado en Europa y en Canadá, se espera que obtenga el visto bueno de la autoridades norteamericanas este mismo año. Algunos analistas estiman que sus ventas anuales podrían superar los 1.000 millones de dólares, lo que lo situaría en la categoría de blockbuster.
En 2010 la FDA rechazó su aprobación y solicitó un nuevo estudio clínico, cuyos esperanzadores resultados se dieron a conocer el pasado mes de febrero y publicados en mayo por The New England Journal of Medicine. El estudio, denominado Ascend, demostró que el tratamiento con pirfenidona redujo la progresión de la enfermedad y se asoció con un perfil de efectos secundarios aceptable y un menor número de muertes. Según reconoció Schwan, fueron estos resultados los que atrajeron la atención de la farmacéutica suiza. En una entrevista exclusiva con CNBC Schwan opinó que el encaje estratégico de la operación es perfecto y que el producto complementa muy bien la cartera de productos de respiratorio (básicamente, Pulmozyme y Xolair).
Desde que en 2009 Roche culminó la compra de Genentech por 47.000 millones de dólares, esta ha sido la mayor compra realizada por la suiza hasta ahora. Un caso típico de adquisición de una biotech por una gran farma, a diferencia de otras operaciones planteadas o culminadas este año, que venían motivadas de manera especial por la obtención de beneficios fiscales, como ilustran el intento de compra de AstraZeneca por Pfizer o la compra de Shire por Abbvie (por 54.000 millones de dólares).
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