El año que acaba de concluir ha marcado un hito en el desarrollo del mercado de genéricos. Novartis, a través de Sandoz, era hasta no hace mucho una rara avis en este segmento. A lo largo de este año 2008 hemos sido testigos de cómo sucesivas empresas innovadoras han decidido apostar por los genéricos, marcando así una nueva tendencia. Primero fue
Y no nos referimos tan sólo a los genéricos tradicionales, sino que hablamos también de los biosimilares, área en
Repasando la trayectoria reciente de
Estos acontecimientos adversos unidos al difícil entorno en el que debe desenvolverse el sector obligan a Merck hoy más que nunca a transmitir un mensaje de confianza en el futuro que dé tranquilidad a los mercados. Quizá por este motivo, hace algunas fechas, durante una reunión con los analistas en su sede central de Nueva Jersey Merck quiso dejar claro que tiene un plan para crecer. Declaró tener nueve productos en fase III de desarrollo, a los que se podrían sumar seis más el próximo año. Comentó que durante el presente año espera solicitar a
No obstante, cabe señalar que antes de que las grandes farmacéuticas como Merck puedan competir con biosimilares se deben producir una serie de cambios. En primer lugar es preciso que el Congreso norteamericano apruebe la legislación que debe regular el registro y la comercialización de este tipo de productos. Adicionalmente, se requiere poner a punto los procesos de fabricación de estas sofisticadas copias. La manipulación genética y el cultivo celular para la obtención de proteínas, enzimas o anticuerpos con una finalidad terapéutica son actividades de una elevada complejidad técnica que no está al alcance de cualquiera. Al contrario de lo que suele ocurrir con los productos que se obtienen por síntesis química.
Que una compañía que tradicionalmente ha basado su negocio en la innovación tome una decisión tan atrevida como la que supone comercializar copias, aunque estas sean de las más complejas, no hace sino evidenciar un reconocimiento implícito acerca de las enormes dificultades con las que se encuentra para afrontar los vencimientos de patentes previstos (como Cozaar o Singulair) y para lanzar nuevos productos al mercado. Según su predicción, el primer biosimilar que comercializará será una versión de Aranesp, el antianémico de Amgen. Merck espera poder introducir al menos seis biosimilares entre 2012 y 2017. Entre tanto, tal y como desea su consejero delegado ¿será el 2009 para Merck el año de transformación que convierta a la compañía en un competidor más fuerte?
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