La noticia más sorprendente de la última semana tal vez haya sido el acuerdo de Abbvie con Calico, valorado en 1.500 millones de dólares.
Calico o California Life Company, fue fundada por Google hace un año con el propósito de hallar tratamientos para el cáncer o para enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer o el Parkinson. Se trata de aprovechar el abaratamiento de las tecnologías que permiten analizar la información genética con el fin de descubrir mutaciones cuyo manejo pueda contribuir a alargar la vida de las personas.
En 2008 Sergey Brin, cofundador de Google, reveló en su blog personal ser portador de una mutación del gen LRKK2, conocida como G2019S, lo que le hace tener una elevada probabilidad de padecer la enfermedad de Parkinson, tal como le sucedía a su madre. A través de 23&me, la empresa de análisis genético cofundada por Anne Wojcicki (de quien se separó en 2013), Brin pudo investigar sus genes o los de sus familiares y conocer el riesgo de padecer algunas enfermedades.
Además, en mayo de 2013 Larry Page (el otro cofundador de Google) anunció que tenía una enfermedad nerviosa poco común que afecta sus cuerdas vocales, así como una afección inflamatoria del tiroides llamada tiroiditis de Hashimoto.
Tal vez por ello no resulte extraño que tanto Brin como Page hayan querido poner la potencia tecnológica de Google y su músculo financiero al servicio del hallazgo de soluciones en el área de la salud.
Calico es lo que en terminología interna de Google se denomina un ‘moonshot’, o sea, un proyecto que busca mejorar la tecnología actual en un factor de 10. El desarrollo de vehículos sin conductor o el acceso a Internet a través de globos aerostáticos serían otros proyectos 'moonshot', cuya responsabilidad recae en Google X, el laboratorio secreto de Google. Por el momento Google no ha querido revelar más detalles sobre Calico, hasta el punto que (según informó el Wall Street Journal) se nego a decir cuántos empleados tiene Calico y si ha iniciado nuevos proyectos.
Al frente de Calico Google ha puesto a Arthur Levinson, presidente de Genentech (una compañía de Roche) y de Apple, y ex consejero de Google. A Levinson le avala una excelente trayectoria profesional, primero como investigador en biotecnología y posteriormente como gestor. Ha sido reconocido como uno de los mejores CEOs de EE.UU.
Según los términos del acuerdo alcanzado, ambas compañías compartirán gastos y beneficios por igual y se compromenten a invertir 250 millones de dólares cada una, a los que sumarían otros 500, si fuese necesario, para financiar proyectos de investigación y desarrollo.
Durante una primera etapa se construirá un avanzado centro de investigación en el área de la bahía de San Francisco, donde se llevarán a cabo las investigaciones y las fases iniciales de desarrollo. Abbvie se haría cargo de las fases avanzadas de desarrollo y de la comercialización de los tratamientos que estén listos.
El desarrollo de soluciones que aprovechan las innovaciones tecnológicas para proporcionar una mejor atención sanitaria constituye una de las megatendencias del sector. Otro ejemplo de ello es el acuerdo hecho público en 2010 por Intel y General Electric, orientado al desarrollo de soluciones que mejoren las condiciones de vida de los pacientes con enfermedades crónicas. Probablemente en el futuro seremos testigos de nuevos acuerdos entre líderes tecnológicos y líderes del sector sanitario.
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