Entre las medidas anunciadas esta semana por el Ministerio de Sanidad se incluye el ajuste del tamaño de los envases a la duración del tratamiento, con el fin de evitar el 'despilfarro' que supone tirar 3.700 toneladas de medicamentos a la basura cada año. Es preciso puntualizar que esta afirmación, que ha sido jaleada con poco sentido crítico por numerosos medios de comunicación, no responde a la realidad.
Los españoles no hemos despilfarrado 3.700 toneladas de medicamentos el pasado año. De hecho, se desconoce la cantidad de los medicamentos que se haya podido desperdiciar. La cifra mencionada corresponde a la cantidad de residuos de medicamentos que se recoge a través del Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases (SIGRE), un sistema de recogida selectiva puesto en marcha por la industria farmacéutica hace poco más de una década, y que cuenta con la participación activa de las oficinas de farmacia y de las empresas de distribución farmacéutica.
En 2011 un total de 20.958 farmacias colaboraron con Sigre en la recogida de residuos de medicamentos y otros productos. Los ciudadanos no sólo depositan en los puntos Sigre los medicamentos caducados o restos de tratamientos que han finalizado, sino que también desechan restos de productos de parafarmacia (cosmética, nutrición, etc.), que no son medicamentos. Según Sigre, más del 18 por ciento de los productos que se recogen pertenece a esta categoría (ver el gráfico 1). Por lo tanto, de las 3.700 toneladas señaladas, unas 3.000 corresponderían a residuos medicamentosos (que equivaldría tan sólo a un promedio de un envase por habitante y año) .
Gráfico 1 |
A veces llegan al Sigre medicamentos sin consumir, de pacientes que han fallecido o a los que el médico les ha cambiado el tratamiento. ¿Se puede considerar ésto despilfarro? Téngase en cuenta que en el momento en que una especialidad farmacéutica ha salido del circuito sanitario y, en consecuencia, del control profesional del farmacéutico, no puede volver a ser dispensada, ya que no se puede garantizar ni la custodia y ni la conservación correctas, responsabilidades que la ley otorga al farmacéutico. Se trata así de proteger la salud de los ciudadanos.
La mayor parte de los residuos que llegan al Sigre está formada fundamentalmente por cartón, plástico, papel, los materiales de los que están hechos los envases primarios y secundarios de los medicamentos. Además parte de los residuos corresponden a medicamentos que los ciudadanos han costeado con dinero de su propio bolsillo. Por lo tanto, el valor de lo verdaderamente despilfarrado sea tal vez muchísimo menor de lo que se nos pretende hacer creer. Da la impresión de que se nos trata de inculcar a profesionales sanitarios y a ciudadanos un cierto sentimiento de culpa (por exceso de prescripción, de consumo o de despilfarro) que busca predisponernos a una mejor aceptación de las medidas de recorte farmacéutico y modificar nuestro comportamiento para reducir la cifra del gasto público en medicamentos.
La mayor parte de los residuos que llegan al Sigre está formada fundamentalmente por cartón, plástico, papel, los materiales de los que están hechos los envases primarios y secundarios de los medicamentos. Además parte de los residuos corresponden a medicamentos que los ciudadanos han costeado con dinero de su propio bolsillo. Por lo tanto, el valor de lo verdaderamente despilfarrado sea tal vez muchísimo menor de lo que se nos pretende hacer creer. Da la impresión de que se nos trata de inculcar a profesionales sanitarios y a ciudadanos un cierto sentimiento de culpa (por exceso de prescripción, de consumo o de despilfarro) que busca predisponernos a una mejor aceptación de las medidas de recorte farmacéutico y modificar nuestro comportamiento para reducir la cifra del gasto público en medicamentos.
Gráfico 2 |
Desfortunadamente no todos los medicamentos llegan al circuito de Sigre. Algunos puede que se hallen aún en cajones o en botiquines caseros y otros han podido ir directamente a la basura. Teniendo en cuenta el número de envases de medicamentos comercializados (cerca de los 1.500 millones de unidades, más de 30 por habitante y año), la mayoría de los envases de éstos no llega al Sigre. Por ejemplo, ¿cuántos ciudadanos llevan a la farmacia el envase de un jarabe, una vez consumido éste? No obstante, la cantidad recogida a través de Sigre ha ido en aumento cada año (ver gráfico 2), como resultado de la consolidación de este sistema, constatándose una mayor concienciación de los ciudadanos.
Por último, la adopción de medidas conducentes a mejorar la adherencia a determinados tratamientos no sólo mejoraría los resultados terapéuticos, sino que contribuiría a reducir los residuos de medicamentos.
2 comments:
Muy de acuerdo contigo. AL hilo de la conversación de esta mañana en twitter, creo que la ministra se equivoca "culpando" únicamente a facultativos y pacientes del "despilfarro" de medicamentos en nuestro país.
Las medidas de gestión deben ser mejores, por supuesto, pero no recortando o penalizando al paciente o al facultativo por usar fármacos como se ha estado haciendo y después de las declaraciones de esta mañana aún parece que será mayor la "penalización".
Realmente es triste ver como vamos de un extremo a otro. Salas de los CAP llenas de pacientes esperando su prescripción hace un par de años y ahora esas mismas salas totalmente vacías. Enfermos que dejan de ser enfermos por no sobrepasar el límite de prescripción que ahora tienen en las consultas públicas.... Y que pasa con los enfermos de verdad ??
Post a Comment