Tras la inesperada compra de Serono por Merck KGaA el pasado mes de septiembre (ver El Global, nº 309), ésta ha confirmado que pone a la venta su cartera de genéricos. La compañía alemana confirma así que apuesta por focalizarse en el área de biotecnología y que en su estrategia no encaja continuar compitiendo por el mercado de genéricos. Los ingresos que obtenga de la venta de la misma le vendrán muy bien para reducir en parte la deuda asumida con la adquisición de Serono.
Hasta el momento sólo la india Ranbaxy ha hecho explícito que está interesada en la oferta de Merck. No es la primera vez que Ranbaxy intenta llevar a cabo una adquisición de genéricos en Alemania. Hace menos de un año, en marzo de 2006, la también india Dr. Reddy’s la superó en la pugna por la entonces alemana Betapharm. El intento de hacerse ahora con la unidad de genéricos de Merck se nos antoja un tanto audaz, teniendo en cuenta que la facturación de ésta es el doble que la de Ranbaxy. Por lo tanto, o bien se asocia con otra compañía o fondo de inversión que preste sus recursos financieros a la operación o bien amplía su balance emitiendo tanto deuda como capital. Si no fuera así, la situación financiera de la compañía podría quedar fuertemente tensionada.
La cartera de Merck debe tener un gran atractivo para Ranbaxy, ya que supone complementar ampliamente la suya propia. Ranbaxy casi duplicaría el número de principios activos con los que compite, reforzando su presencia en segmentos de mercado de gran demanda, como los de cardiovascular, sistema nervioso central o respiratorio. El ámbito geográfico también se vería reforzado tras el acuerdo, especialmente los grandes mercados norteamericano y japonés.
Aunque probablemente el proceso no estará exento de dificultades por entrar en la pugna otros jugadores, de llegar a buen puerto Ranbaxy multiplicaría por tres su facturación y se situaría en la tercera posición del escalafón mundial de genéricos, tras Teva y Sandoz. Aun sin haberse pronunciado todavía, cabe la posibilidad de que alguna de estas dos compañías presente una contraoferta. A Teva le podría convenir consolidar su liderazgo mundial, mientras que Sandoz podría buscar precisamente desbancar de esta posición a su rival israelí. Tampoco podemos descartar el interés por parte de otras compañías de genéricos, como la norteamericana Watson.
Algunos analistas apuntan además la posibilidad de que una compañía innovadora, una de las grandes del sector, entre también en liza. Se ha especulado acerca del posible interés de Sanofi-Aventis por seguir una estrategia de diversificación hacia el sector de genéricos, al estilo de Novartis. Precisamente los vencimientos de patentes y la competencia de genéricos suponen que para algunas de estas compañías la perspectiva de ingresos para los próximos años no resulte muy halagüeña, pronosticándose una evolución de ventas prácticamente plana. Con lo que entrar en un mercado que crece a buen ritmo y a un nivel global puede ayudar a compensar la tendencia descrita.
Por último, este movimiento es una nueva muestra de la tendencia globalizadora que vive en la actualidad el sector de genéricos, un sector caracterizado por operar con reducidos márgenes. Principalmente este factor es el que justifica un elevado interés por reducir costes de fabricación y de distribución y determina la ola de fusiones y adquisiciones en la que estamos inmersos y que prevemos va a continuar en el futuro. Por otra parte, la trayectoria de Ranbaxy parece ejemplificar y confirmar la observación de que cada vez hay más compañías de economías emergentes que están dejando de ser objetivo de adquisición y están pasando a ser compradoras.
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