La cifra de productos que se encuentran en diferentes fases de investigación crece año a año, ayudada por las nuevas tecnologías empleadas en el descubrimiento de fármacos. Las compañías vuelven de este modo a rellenar sus pipelines, por lo que podemos prever para la próxima década un aumento en el número de nuevos medicamentos que alcanzarán el mercado.
Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿Cuáles de estos productos llegarán a la categoría de blockbuster? Aunque es prácticamente imposible adivinar la respuesta, a juicio de los principales analistas del sector hay algunos de ellos que tienen elevadas posibilidades de conseguirlo.
El tratamiento de la diabetes tipo 2 es una de las patologías crónicas de amplia prevalencia que más esta progresando en cuanto a opciones terapéuticas. En este campo hay dos productos con potencial para llegar a ser blockbusters. El pasado mes de octubre Merck & Co. obtuvo de la FDA la aprobación para la comercialización de Januvia (sitagliptina DCI), el primer fármaco de su clase (los inhibidores de la dipeptidil peptidasa IV). Tras el retraso de la decisión de la FDA, Novartis espera para el primer semestre de 2007 la luz verde para Galvus (vildagliptina DCI). Ambos productos pueden administrarse por vía oral, una indiscutible ventaja frente a las opciones que son inyectables.
Acomplia (rimonabant DCI) de Sanofi-Aventis es también el primero de su clase, los antagonistas de los receptores cannabinoides, y ya se encuentra disponible en varios países. Este producto ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del llamado síndrome metabólico, que cursa con diabetes, obesidad, hipertensión y dislipemia. La FDA no reconoce aún esta indicación y Sanofi-Aventis espera para 2007 la aprobación para el tratamiento de la obesidad. La EMEA lo aprobó en junio de 2006 como coadyuvante en el tratamiento de la obesidad con factores de riesgo asociados.
En el área cardiovascular destaca MK-0524A de Merck & Co., un combo en fase 3 que incluye Zocor (simvastatina DCI), cuya patente venció en junio de 2006. Zocor reduce el colesterol ‘malo’ (LDL) y la sustancia acompañante aumenta el colesterol ‘bueno’ (HDL), reduciendo los sofocos (un efecto secundario habitual en este tipo de fármacos). Este producto busca compensar la pérdida de facturación de Zocor, que pasará de 4.000 millones de dólares en 2005 a menos de 1.000 millones en 2007. Merck ha previsto solicitar su aprobación durante este año.
El mercado del tratamiento de la aterosclerosis, dominado por las estatinas, podría verse revolucionado con la llegada del producto denominado AGI-1067 de AstraZeneca/AtheroGenics, capaz de revertir la placa de ateroma. Aunque la compañía advirtió de la baja probabilidad de éxito, si éste eventualmente se llegara a materializar, sería un blockbuster indiscutible. Por el contrario, el fracaso sería un duro varapalo para la compañía, necesitada de triunfos tras los recientes reveses sufridos.
En EEUU Merck ha presentado a registro Arcoxia (etoricoxib DCI), un inhibidor de la COX-2 indicado para la artritis. Se espera que la FDA lo apruebe durante este año. El producto ya está disponible en 62 países y tan solo durante los primeros nueve meses de 2006 logró facturar 200 millones de dólares. Aunque su introducción se prevé difícil, por su similitud a Vioxx, que fue retirado en 2004, en su evaluación se ha podido constatar que su riesgo cardiovascular es similar al de diclofenac DCI.
En vacunas cabe resaltar Cervarix de GSK, para el cáncer de cuello de útero, que espera la aprobación de la FDA para este año y que competirá con Gardasil de Merck, aprobado en EEUU en junio. Ambas vacunas tienen potencial suficiente para convertirse en blockbusters.
En biosimilares el año 2007 supondrá un hito al aprobarse en Europa el primer biogenérico de eritropoyetina. Bioceuticals, una filial de Stada, ha sido la responsable de su desarrollo. Stada anunció recientemente un acuerdo de distribución con la americana Hospira.
Aunque estos son algunos de los productos que mayores posibilidades tienen de alcanzar el éxito, aún existe el riesgo de que alguno de ellos no lo consiga. Todavía resuena el fracaso de torcetrapib, de Pfizer, un producto muy prometedor, llamado a ser un blockbuster. Precisamente Pfizer, la compañía líder a nivel mundial, ejemplifica el riesgo y la dificultad de incorporar nuevos blockbusters a la cartera de productos. Desde la introducción de Viagra en 1998 esta compañía no ha sido capaz de lanzar un nuevo blockbuster al mercado.
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