Wednesday, September 26, 2007

Wyeth: comprar o ser comprado

Wyeth quiere crecer. Los magníficos resultados obtenidos en el segundo trimestre de este año han llevado a la dirección de la antigua American Home Products a decidir salir de compras. Por primera vez en muchos años, el efectivo disponible supera la deuda y será probablemente empleado en la adquisición de compañías o de tecnologías que permitan asegurar el crecimiento futuro.

Wyeth parece estar dejando atrás toda una década de lucha en los tribunales que se inició tras la retirada de Fen-Phen (fenfluramina y fentermina), un producto que se empleaba para adelgazar y que se relacionó con eventos adversos cardiovasculares. Algunas estimaciones apuntan que el coste de este asunto para la compañía ha superado ya los 20.000 millones de dólares (tanto como su facturación de 2006), lo que sin duda ha supuesto un lastre considerable en sus cuentas, ha distraído a la dirección y a los inversores y le ha restado capacidad para competir en un entorno cada vez más desfavorable.

Uno de los motores de crecimiento lo constituye actualmente la cartera de productos biotecnológicos, que ya significa más de un treinta por ciento de la facturación total. En la lista de la compra ésta va a ser probablemente una de las áreas prioritarias. El negocio de vitaminas (Centrum / Multicentrum) también está contribuyendo al crecimiento de los resultados debido al creciente interés de las economías emergentes por este segmento.

Otro campo en el que Wyeth exhibe un gran dinamismo es el de las vacunas, un mercado por el que cada vez más compañías están apostando últimamente. Wyeth es una de las cinco compañías (junto con GSK, Merck, Novartis y Sanofi-Pasteur) que dominan más del 90 por ciento del mercado mundial. En su cartera destaca Prevenar (antineumocócica), la vacuna más vendida del planeta, cuya facturación crece de manera significativa a medida que se introduce en nuevos países y que promete grandes crecimientos cuando logre introducirse en grandes mercados como China, Japón, Brasil, Turquía o Sudáfrica.

En la actualidad Wyeth espera con ansia la aprobación de Pristiq (desvenlafaxina) por parte de la FDA. Durante el primer trimestre de 2008 se espera que se apruebe su uso como antidepresivo. El visto bueno para su utilización para tratar los síntomas vasomotores asociados con la menopausia se ha retrasado debido a que la FDA ha solicitado nuevos datos que despejen las dudas que hay sobre su seguridad cardiovascular. La aprobación de este producto es importante para la compañía norteamericana, ya que le permitirá compensar las pérdidas de facturación que han sufrido su otrora marcas líderes Premarin (estrógenos) y Prempro (estrógeno/progestágeno) y también para contrarrestar la pérdida de patente de Effexor XR (venlafaxina, antidepresivo) y de Protonix (pantoprazol, antiulceroso), previstas para 2010 y 2011.

En otras áreas Wyeth confía en superar algunos reveses recientes. A principios de agosto la FDA le solicitó un nuevo estudio para bifeprunox, un antipsicótico que es licencia de Solvay, con el que espera competir con Abilify, el antipsicótico de Bristol Myers Squibb (BMS) y Otsuka. Esta petición podría retrasar un par de años su eventual aprobación. Por otra parte, algunas evidencias de toxicidad hepática hicieron detener los ensayos con un antiviral para tratar la hepatitis C.

Estos reveses han alimentado la especulación sobre una posible adquisición de Wyeth por parte de Pfizer (y también por GlaxoSmithKline y por Novartis). Para algunos analistas, una de las pocas opciones, si no la única, que tiene Pfizer de compensar la pérdida de patente de la atorvastatina es una gran adquisición, para la que hay pocos candidatos, siendo Wyeth uno de ellos (el otro es BMS), por la situación de esta compañía y por la complementariedad de carteras. Otros no están de acuerdo con esta afirmación, pues opinan que si Wyeth no tiene potencial suficiente para contrarrestar por sí misma las pérdidas de facturación que le ocasionará la competencia con genéricos, en ningún caso puede ser la solución para una compañía como Pfizer, mucho más necesitada. Al final parece que todas las opciones se limiten a dos: o comprar o ser comprado.

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