Chris Viehbacher, consejero delegado de Sanofi-Aventis, cumple ahora un año al frente de la compañía. Un periodo que debe valorarse positivamente si lo juzgamos por el 50 por ciento de crecimiento de la cotización de la acción, desde los 26 hasta cerca de los 40 dólares. Lo que seguramente es reflejo de la confianza en la nueva dirección y supone un espaldarazo a las medidas adoptadas por ésta para hacer frente a los retos que tiene por delante.
Más de un 40 por ciento de la facturación de Sanofi prevista para el 2009 proviene de productos cuya patente está próxima a vencer, incluyendo algunos de sus productos más importantes: Plavix, Clexane/Lovenox y Eloxatin. En España, los primeros genéricos de Plavix ya están llegando a las farmacias. Sanofi ha calculado que aun en el peor de los escenarios será capaz de mantener en 2013 los 37.000 millones de dólares que facturó en 2008, superando de este modo el denominado precipicio de las patentes. No obstante, Viehbacher ha reconocido que para mantener el mismo beneficio será preciso continuar con el programa que pretende recortar de los gastos actuales unos 2.000 millones de euros.
Para compensar la caída de la facturación a consecuencia de la competencia de genéricos la compañía confía en productos como el antidiabético Lantus (un análogo de insulina) o el antiarrítmico Multaq, aprobado por la FDA el pasado mes de junio. Asimismo, Sanofi posee en investigación una importante cartera de productos contra el cáncer, de los cuáles una docena son nuevas entidades moleculares. Es la compañía líder mundial en vacunas, con un 22 por ciento de participación a nivel mundial y un 40 por ciento de participación en la vacuna de la gripe estacional. Las vacunas le aportan un 10 por ciento de los ingresos totales.
En una reciente entrevista en CNBC, Viehbacher manifestó que "la industria farmacéutica innovadora no siempre es capaz de tener a punto un nuevo medicamento que sustituya al que pierde la patente". Igualmente, añadió que "de lo que se trata no es de rellenar el precipicio, sino de transformar la estructura de ventas de forma que tengamos diferentes negocios con distintas barreras de entrada, no sólo las patentes". Y citó como ejemplo el negocio de las vacunas, "una actividad tan intensiva en capital que sólo unas pocas compañías las pueden producir".
Vacunas, mercados emergentes, OTC, diabetes y nuevos productos constituyen las cinco plataformas de crecimiento que Sanofi ha identificado para los próximos cinco años. Al igual que otras grandes farmacéuticas, apuesta por la diversificación. Hace unos días Bill Weldon, consejero delegado de J&J mostraba en una entrevista en Financial Times su regocijo por encontrarse dirigiendo "la madre de todas las compañías diversificadas del sector salud". Y recordando la ley del péndulo, añadió: "Durante años se nos criticó [por ser tan diversificados] y ahora nos alaban". Weldon reveló al periodista de FT que Jeff Kindler, consejero delegado de Pfizer, le había confesado su arrepentimiento por haberles vendido el negocio de productos sin receta.
Viehbacher se muestra convencido de que sólo el desarrollo orgánico que esperan generar (hasta doblar la facturación) a través de las cinco plataformas citadas será suficiente para compensar las pérdidas de patentes que tendrán lugar durante el próximo quinquenio. Sin considerar las adquisiciones que se puedan producir. En este sentido la compañía trata de aprovechar el flujo de caja generado (6.000 millones de dólares en el tercer trimestre de 2009) para invertir en adquisiciones que encajen con facilidad en sus plataformas y aceleren el crecimiento. Y a juzgar por el ascenso continuado del valor de la acción, los inversores parecen bendecir esta estrategia.
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