La irlandesa Elan y la norteamericana Biogen Idec se enfrentan actualmente en los tribunales a causa de una disputa sobre los derechos que ambas mantienen sobre Tysabri (natalizumab DCI), un producto para el tratamiento de la esclerosis múltiple que ambas comercializan conjuntamente. Elan y Biogen tienen un acuerdo por el cual en caso de que una de ellas perdiese el control de la propiedad y fuese adquirida, la otra puede optar a quedarse con los derechos sobre Tysabri de la primera. Esta opción no puede transferirse a un tercero sin autorización previa de la otra parte.
Tysabri es un anticuerpo monoclonal que se emplea en la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn y que fue aprobado por la FDA en 2004. Su comercialización fue interrumpida al observase una posible asociación con una rara afección neurológica y, tras una revisión de su seguridad, se introdujo de nuevo en el mercado norteamericano en 2006. Actualmente en Europa se emplea sólo para la esclerosis múltiple. Su comercialización está resultando muy exitosa y lleva camino de convertirse en un blockbuster.
El actual conflicto se inició el pasado mes de julio, cuando Elan y Johnson & Johnson (J&J) hicieron pública la firma de un acuerdo por el cual la primera vendía a la segunda por 1.000 millones de dólares una participación del 18,4 por ciento. Y por 500 millones más una participación mayoritaria en el pipeline de Elan en Alzheimer. Posteriormente se supo que la irlandesa había acordado otorgar a J&J la opción de financiar la compra de los derechos de Biogen sobre Tysabri en el caso de que ésta sufriera un cambio en el control de la propiedad.
Biogen considera que Elan ha roto el acuerdo que mantenían las dos y ha amenazado con darlo por concluido, lo que le permitiría disponer de todos los derechos sobre Tysabri. Elan presentó una demanda en agosto para impedir judicialmente que esto pueda suceder. Ahora una juez federal de Nueva York ha resuelto que Elan, en su trato con J&J, violó su acuerdo con Biogen y le ha dado un plazo de tres semanas (hasta el 26 de septiembre) para corregir el error. Si Elan no lo hace, Biogen ejercerá sus derechos y se quedará con Tysabri.
No cabe la menor duda de que Biogen peleará con uñas y dientes hasta el final en este asunto. Tysabri es un producto clave para esta compañía y, sobre todo, para uno de sus socios: el veterano magnate norteamericano Carl Icahn. El mismo que vendió ImClone Systems a Eli Lilly y que recientemente adquirió una participación de Amylin Pharmaceuticals, el fabricante del antidiabético Byetta (exenatide DCI). Icahn lleva algún tiempo intentando infructuosamente forzar la venta de Biogen Idec entera o por partes. La supuesta posición ventajosa que ha conseguido ahora J&J restaría atractivo a la compra de Biogen y rebajaría su valoración.
Curiosamente J&J protagoniza otro conflicto triangular con Merck & Co y Schering-Plough y reclama los derechos sobre Remicade (infliximab DCI) y su substituto, Simponi (golimumab DCI), cuyos derechos de comercialización fuera de EE.UU. tiene cedidos a Schering y que puede perder si hay un cambio en su propiedad. Merck se encuentra ahora con grandes dificultades para convencer a todo el mundo de que no ha comprado a Schering, sino que ha sido a la inversa.
Tysabri es el producto más importante de los que comercializa Elan y aún le queda mucho potencial comercial por explotar, por lo que sería descabellado que decidiera renunciar a sus derechos. Por otra parte, sacar a Tysabri del acuerdo con J&J hace difícil justificar a ésta el resto de las condiciones estipuladas. Por lo tanto, parece que lo más conveniente para Elan sería renegociarlas intentando retener lo máximo posible de ellas. En cualquier caso les recomiendo no perderse el siguiente capítulo de esta apasionante historia.
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